martes, 31 de marzo de 2020

¿Lo que la publicidad espera de mí?

Según Cyberclick la publicidad se define como "un conjunto de estrategias orientadas a dar a conocer productos y servicios a la sociedad". Hoy en día, conocemos miles y miles de productos gracias a la publicidad. Cuanto más vemos una cosa en la TV, más posibilidades tendremos de comprarlo cuando lo tenemos delante, sobre todo si nos sentimos reflejadas o reflejados con la persona que vemos en el anuncio. 

El Instituto Andaluz de la Mujer hace un gran trabajo recopilando anuncios (pincha aquí si quieres verlos) en los que se reflejan estereotipos sexistas. 

Muchos de ellos están dirigidos a las mujeres, ofertando productos de limpieza del hogar, de belleza, de pérdida de peso, de ropa... Mostrando mujeres guapas, delgadas, jóvenes, hipersexualizadas, dando por sentado que es lo que eres o lo que quieres ser y que lo puedes conseguir consumiento ese tipo de productos.

Se ven reflejados en ellos estereotipos que muestran que las mujeres deben permanecer jóvenes y guapas, cuidando su aspecto para resultar atractivas, deben estar delgadas además de cuidar de la casa y de la limpieza de la misma, etc. 

¿Eso es lo que la publicidad espera de mí?

Resulta irreal que en el siglo XXI, los estereotipos sexistas sigan estando tan arraigados en nuestra sociedad y que sean visibles con tanta facilidad. Con este tipo de anuncios es normal que los roles de género sigan sobreviviendo y perpetuando la sociedad machista y heteropatriarcal en la que estamos inmersos e inmersas.

Pongamos ojo crítico a lo que percibimos. Vamos a ponernos las gafas violetas para poder cambiar el mundo.



Carla y Luca



Carla es intrépida y valiente.
Luca es risueño y atrevido.
A Carla y a Luca les encantan las aventuras.
¿Quieres conocer este cuento para soñar con los ojos abiertos?
Pincha aquí para conocer a "Carla y Luca"





Duales aparentes



El lenguaje es una de las principales herramientas de comunicación con la que cuentan las personas. A través del lenguaje podemos expresar nuestras ideas, sentimientos, estados de ánimo, opiniones, etc. 

Es común hacer alusión a una gran variedad de palabras o expresiones que usamos normalmente, que tenemos arraigadas y que no nos paramos a pensar en el significado que tienen, de dónde provienen o lo que representan. 

Quién no ha utilizado alguna vez la expresión "esto es un coñazo" para referirse a una cosa fastidiosa o intolerable. O, por el contrario, decir que algo "es la polla" para referirse a una actividad divertida. Vamos a analizar algunos ejemplos:

- Perro: se utiliza para definir a un animal doméstico de la familia de los cánidos
- Perra: prostituta

- Gobernante: para el hombre que gobierna
- Gobernanta: mujer que en los hoteles tiene a su cargo el servicio en lo que refiere a la limpieza de habitaciones, mobiliario, etc.

- Golfo: refiere a un hombre pillo
- Golfa: refiere a una prostituta

Estos son algunos ejemplos de duales aparentes que son aquellas palabras que cambian de significado según se refiera a uno u otro género. Por desgracia, nuestro lenguaje está plagado de ellos. Palabras en las que lo masculino tiene connotaciones positivas mientras que el femenino se refiere a un insulto. 

Desgraciadamente, las mujeres salimos perdiendo una vez más. Por ello, resulta necesario darle al  lenguaje la importancia que merece. Para que la igualdad sea visible. Para que la igualdad sea efectica. Para que la igualdad sea una realidad.


sábado, 28 de marzo de 2020

#AsYouLike

¿Los estereotipos afectan de la misma manera a unos y a otras?
¿Cuántas veces has escuchado frases como las siguientes?:
Los hombres son fuertes, independientes, valientes, dominantes mientras que las mujeres son sensibles, sumisas, dependientes, débiles... Estos son algunos de mensajes que nos manda la sociedad andropocréntrica y heteropatriarcal en la que estamos inmersas e inmersos hoy en día. Una sociedad que marca desde que naces y según tu sexo las actividades que te gustará realizar, tus colores favoritos, los tipos de trabajos a los que podrás acceder, el sexo de las personas que te puede atraer o, incluso, tu forma de ser. 

Los estereotipos sexistan limitan a las personas a seguir unos cánones preestablecidos. Evidentemente afectan a ambos sexos, pero dudo que lo hagan de la misma manera ya que promueven un modelo en el que el hombre está en una situación de superioridad ante la mujer, en la que ellas deben ser sumisas y débiles. Por lo tanto, a pesar de que son restrictivos para ambos sexos afecta a la mujer de forma más negativa.


          ¿Qué hacer para contrarrestar los estereotipos de género? ¿Cómo abordarlo dentro de mi profesión?
Para poder romper con estos estereotipos hay que promover un cambio de conciencia, que puede empezar en nuestro día a día en el aula. Contamos con una de las herramientas más poderosas para cambiar el mundo, la educación. 

Pero para ello, hay que ser críticas y críticos con los mesajes que mandamos al alumnado. Replantearnos nuestro lenguaje, los libros y cuentos que leemos, los vídeos y películas que proyectamos, la música con la que acompañamos las actividades, etc.

Se trata de realizar un análisis exhaustivo y, sobre todo, que el alumnado aprenda a examinar el mundo con ojos críticos. Es imprescindible mostrar al alumnado opciones diversas y variadas evidenciando una representación correcta de las mujeres, promoviendo los logros de éstas a lo largo de la historia, fomentando el acceso a las mujeres y niñas a campos educativos y profesionales que tradicionalmente han estado relacionados con los hombres, también haciendo visibles aspectos como la existencia de distintos tipos de familias y de la diversidad sexual y de género. Todo ello acompañado de un lenguaje inclusivo que recoja la diversidad.

Romper con los estereotipos es una tarea complicada pero muy necesaria. 

¿Qué te parece si tratamos de aportar nuestro granito de arena?










viernes, 27 de marzo de 2020

Un verdadero reto

Todas y todos sabemos que debemos educar en igualdad, con garantía de igualdad de oportunidades, sin discriminación de ningún tipo.. pero, ¿esta es la realidad que encontramos día a día en el aula?

¿Cómo intento hacer posible la coeducación dentro del aula?

Desde mi punto de vista, el aula es como una pequeña sociedad en la que todas y todos aprendemos cada día muchas cosas nuevas. Un lugar en el que se inculcan valores.

Considero que el primer paso para llevar a cabo una práctica coeducativa es ser una persona crítica. Analizar detalladamente los contenidos y recursos que presentamos al alumnado para ser coherentes con el mensaje que se quiere transmitir. También es importante hacer pensar al alumnado, para que ellos y ellas sean críticos con los mensajes que reciben de la sociedad.

Una herramienta esencial es el lenguaje. El uso de un lenguaje no discriminatorio, no sexista e inclusivo que abarque a la totalidad del alumnado.  

Por otra parte, también es necesario recalcar el papel de la mujer a lo largo de la historia, ya que las grandes mujeres de la historia siempre han quedado relegadas a la sombra.

Tengo un reto para ti. Coge un papel y un boli. Sé sincero o sincera y escribe lo primero que se te pase por la cabeza ante lo siguiente:

- Una persona importante para el mundo de la ciencia
- Una persona importante para el mundo del arte
- Una persona importante para el mundo del deporte
- Una persona importante para el mundo de la literatura
- Una persona importante para el mundo de la política
- Una persona importante para el mundo del cine
- Una persona importante para el mundo de la música
- Etc.

Estoy segura de que vienen fácilmente a tu cabeza personas como Albert Einstein, Isaac Newton, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Stephen Hawking, Michael Jordan, García Márquez, Barack Obama, Steven Spielberg ... Un poco de todo, pero generalmente nombres de hombres.

¿Dónde quedan Frida Kahlo, Marie Curie, Serena Williams, Margaret Thatcher, Evita Perón, J. K. Rowling, Clara Campoamor, Sally Ride, Carolina Marín, Rosalind Franklin, Ada Lovelace y un gran etcétera?

Éstas mujeres son algunas de las más conocidas que, por suerte, ya llegan a oídos de nuestro alumnado, pero ¿dónde queda la impronta de todas aquellas mujeres que han luchado a lo largo de la historia?

Hoy en día, tenemos la suerte de que una corriente feminista esté recorriendo el mundo, porque eso hace visible, porque eso demuestra que las mujeres estuvimos, estamos y estaremos ahí. Porque eso motiva a que muchas niñas crean en sí mismas y en sus capacidades. Porque hace visibles las distintas realidades, porque normaliza y rompe estereotipos. Porque gracias a eso, la coeducación será posible.








lunes, 23 de marzo de 2020

Corresponsabilidad, ¿dónde?


Las mujeres de mi entorno, ¿disfrutan del reparto de tareas o de la práctica de la corresponsabilidad en sus entornos?
Definitivamente la respuesta es no. 

No hay que realizar un análisis demasiado exhaustivo para llegar a la conclusión de que en todas las parejas adultas que conozco las mujeres son las que tienen la mayor carga en muchos aspectos (cuidado del hogar, de los hijos e hijas, de personas mayores, etc.).

Quizás, observando a las parejas más jóvenes sin descendencia, puede observarse un reparto más equitativo de las tareas del hogar. Aún así, cuando se convierten en mamás y papás se acentúa nuevamente la diferencia. Los padres son los que "ayudan" a las madres, como si no fuera exactamente la misma responsabilidad para ambos. Siempre se nota una mayor implicación por parte de las madres. 

Por ejemplo, en mi caso juego a un deporte mixto, donde hay muchas parejas. Concretamente, en mi equipo la mayoría tiene hijos e hijas. Lo clásico de un sábado de entrenamiento es irnos todos y todas a la playa, entrenar y luego comer en la pizzería que queda al otro lado de la avenida. También es muy normal que esa pizza se alargue y nos quedemos hasta la cena. Normalmente, cuando es la hora de que los niños y las niñas se vayan a casa, quien se "sacrifica" siempre es la madre.

Y me pregunto ¿siempre son ellas las que quieren marcharse antes? o por el contrario, ¿Tienen asumido ese rol?

Yo no soy madre y normalmente puedo quedarme hasta la hora que quiera y siempre me apetece alargar ese rato. ¿Realmente a las madres no les apetece? ¿No es injusto que cada sábado sean ellas las que marchan a casa con todo lo que ello implica? Es decir, no solo es renunciar al acto social, también es la responsabilidad que conlleva llevarte a tus hijos e hijas a casa sola (ducha, cena, cama...).

Creo que la corresponsabilidad es algo que aún no se ha conseguido pero tengo esperanza en que las nuevas generaciones sean diferentes. 








domingo, 15 de marzo de 2020

Mi mujer guerrera

Cuando leo el título de la actividad me vienen muchas mujeres a las que me gustaría dedicar un trocito de este Blog, pero he decidido hacerlo sobre mi amiga Sara.

Quizás estoy influenciada porque hoy he pasado la tarde con ella, quizás es porque ha conseguido que mi vida en Fuerteventura sea mucho más sencilla, pero realmente es porque quiero y porque la quiero.

Contándote un poco cómo es Sara, entenderás por qué esta entrada está dedicada a ella.
La conocí haciendo las prácticas de la universidad (allá en 2012). Puede que ella no lo notara así, pero para mí desde el primer momento hubo una conexión bastante guay. Recuerdo que en nuestra primera quedada terminamos haciendo papiroflexia en las calles de Santa Cruz, comiendo una pizza y hablando durante horas.

Detalles que quiero que conozcas:
Sus raíces. Sara es mitad colombiana y mitad sueca, nacida en Fuerteventura. Es familiar y hace que tú también formes parte de su familia.
Su profesión: Sara es maestra, de esas que habrías querido tener o, como en mi caso, querrías ser.
Su carácter: Sara no tiene miedo a decir lo que piensa, pero lo hace de forma correcta y sin perder las formas. Además, es una persona inquieta, siempre está buscando algo nuevo para hacer o para estudiar.

Actividades favoritas:
Le gustan las caminatas, pasar ratos en familia, leer, bailar salsa, los animales...

Acción memorable
Sara y yo nos conocemos desde hace muchos años, pero hemos pasado poco tiempo juntas porque hemos vivido en sitios diferentes.

Uno de mis primeros días en Fuerteventura salimos a las fiestas del pueblo. Después de bailar en la arena y reír mucho terminamos cenando con varios amigos y amigas en el típico chiringuito portátil. Salió el feminismo a flote, dimos nuestras opiniones sobre muchos aspectos, entre ellos, la prostitución. Sara dio un repaso a todas las personas que estábamos allí.

Me encanta la contundencia con la que habla, la fundamentación de sus palabras y la empatía que demuestra.

Fue Sara demostrándose cómo es. Fue Sara guerrera.