El lenguaje es una de las principales herramientas de comunicación con la que cuentan las personas. A través del lenguaje podemos expresar nuestras ideas, sentimientos, estados de ánimo, opiniones, etc.
Es común hacer alusión a una gran variedad de palabras o expresiones que usamos normalmente, que tenemos arraigadas y que no nos paramos a pensar en el significado que tienen, de dónde provienen o lo que representan.
Quién no ha utilizado alguna vez la expresión "esto es un coñazo" para referirse a una cosa fastidiosa o intolerable. O, por el contrario, decir que algo "es la polla" para referirse a una actividad divertida. Vamos a analizar algunos ejemplos:
- Perro: se utiliza para definir a un animal doméstico de la familia de los cánidos
- Perra: prostituta
- Gobernante: para el hombre que gobierna
- Gobernanta: mujer que en los hoteles tiene a su cargo el servicio en lo que refiere a la limpieza de habitaciones, mobiliario, etc.
- Golfo: refiere a un hombre pillo
- Golfa: refiere a una prostituta
Estos son algunos ejemplos de duales aparentes que son aquellas palabras que cambian de significado según se refiera a uno u otro género. Por desgracia, nuestro lenguaje está plagado de ellos. Palabras en las que lo masculino tiene connotaciones positivas mientras que el femenino se refiere a un insulto.
Desgraciadamente, las mujeres salimos perdiendo una vez más. Por ello, resulta necesario darle al lenguaje la importancia que merece. Para que la igualdad sea visible. Para que la igualdad sea efectica. Para que la igualdad sea una realidad.
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