jueves, 2 de abril de 2020

Sé lo que quieras

Hoy en día, vivimos en una sociedad machista y heteropatriarcal que perpetúa estereotipos sexistas en todos los niveles, y el ámbito profesional tampoco se escapa. Una vez más, la educación se postula como la principal herramienta para el cambio. 

Los niños y niñas dedican su infancia a aprender y estudiar, todo ello para poder ejercer una profesión en el futuro. Pero, ¿no deberían ser libres a la hora de tomar esta decisión? Lo normal sería que sí, pero no creo que sea la realidad que acontece en estos momentos.

Los estereotipos y roles sexistas están presentes en todos los ámbitos de nuestra sociedad: en la publidad, en los productos, en los juguetes, en el lenguaje, en las profesiones, etc. Es decir, nuestra sociedad está impregnada de desigualdad. 
 
¿Cuántas veces has escuchado animar a niñas a ser maestras o enfermeras y a los niños a ser bomberos o ingenieros?
Es habitual que se relacionen las tareas para el sexo femenino con aquellas ligadas al cuidado de personas o a las tareas del hogar (maestra, secretaria, cajera, limpiadora, etc.). Mientras que a nuestros compañeros del género masculino se les ofertan profesiones en las que se necesitan cualidades de mando, fuerza o autoridad (policías, bomberos, ingenieros, etc.). Esto también tiene una relación directa con los juguetes que se asocian a cada género, ya que se estereotipa que a las niñas les gusta jugar a las muñecas y las cocinitas mientras que los niños prefieren los coches o los juguetes de construcción.

Hay que dejar claro que ni los juguetes deberían estar ligados al género, ni las profesiones tampoco. Las profesiones tienen una relación directa con las capacidades de cada persona, sus habilidades o sus motivaciones. Por ello, las niñas y niños deben recibir diversidad en cuanto a modelos profesionales desde edades tempranas, lo que se conoce como diversificación profesional. Es decir, que el alumnado conozca todas las posibilidades del mundo laboral así como las nuevas profesiones que surgen a raíz de las necesidades de la época (por ejemplo, auge de las profesiones ligadas a las energías renovables). De esta manera, las niñas y niños podrán tomar decisiones respecto a la profesión que quieran realizar en un futuro sin dejarse influir por su sexo.

¿Hay algo mejor que poder dedicarte a aquello que realmente te apasiona?
 Eliminemos barreras.

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